jueves, 31 de marzo de 2011

Insértese el título que más convenga

NIÑA DE 3 AÑOS MIRÁNDOME FIJAMENTE A ALGÚN LUGAR INDEFINIDO POR DEBAJO DE LA BARBILLA Y POR ENCIMA DEL OMBLIGO: Profe, ¿cómo se dice en inglés "tetas"?

Nota mental: empezar a usar cuello alto.

martes, 29 de marzo de 2011

Dinosaurios

Increíble, pero cierto. Hoy, durante un examen, mis alumnos de 10 años:

NIÑOS: ¡Profe, nos has engañado! ¡El otro día nos dijiste que ibas a poner unos ejercicios y ahora has puesto otros!

PROFA: He puesto exactamente lo mismo que os dije el otro día. En el primero hay que poner los nombres de las partes del cuerpo del animal del dibujo.

NIÑOS: Pues no nos las sabemos.

PROFA: ¿Cómo que no? Si lo hemos practicado mucho con los ejercicios de los dinosaurios.

NIÑOS: Claro, hemos dado las partes del cuerpo de los dinosaurios... ¡pero esto es un perro!

lunes, 28 de marzo de 2011

La gente mala

El viernes pasado mis alumnos me volvieron a poner en un pequeño aprieto como el del día que me preguntaron sobre dos hombres besándose. No es que fuera nada escandaloso, pero todos sabemos cómo se las gastan en los colegios religiosos (no en vano asistí a dos, uno de monjas y otro de curas, durante 14 años) y a lo mejor si te acoges a la libertad de expresión y los niños se van de la lengua te ganas un despido que, por el momento, no conviene.

El caso es que estábamos hablando de lo que iban a hacer los niños el domingo. Una niña me dijo que ella iba a dormir hasta tarde, a lo que le respondí que tendría que levantarse para ir a misa. Esto no tiene que ver con mis dotes adivinatorias, sino que me lo contó su madre hace unas semanas.

NIÑA 1: Bueno, sí, y si no vamos a misa rezamos en casa.

PROFA: Ah, eso está muy bien.

Todos se quedan en silencio y de repente se oye:

NIÑO "CUIDADO, PUEDE ADOPTAR DIVERSAS FORMAS": ¡Pues yo no creo en Dios!

RESTO DE NIÑOS, INDIGNADOS Y CON LOS OJOS COMO PLATOS: ¡Ooooooooooohhhhh!

NIÑO "C,PADF": ¡Ni en el diablo!

RESTO DE NIÑOS, IYCLOCP: ¡Ooooooooooohhhhh!

PROFA: Venga, ya está. Hay gente que no cree en Dios, sólo eso.

NIÑA 2: Sí, la gente mala.

miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Por qué secundaria?

Está resultando toda una experiencia eso de dar clases a niños de infantil y primaria, pero yo me sigo quedando con los de secundaria. Primero, porque la interacción con el alumnado es mucho más personal (en tres meses acabé conociéndome vida y milagros de mis alumnos) y, si consigues hacerte respetar y suscitar interés por la asignatura, las clases acaban siendo una especie de reuniones de colegas. Y segundo, porque a partir de los doce años muy mal se te tiene que dar para que un chaval se acerque a ti y te diga, como me dijo un niño ayer a mí:

NIÑO: Profe, quiero hacer caca.

PROFA: Mmm... pues muy bien, ve.

OTRA PROFA DE LA GUARDE: Llévalo tú, que yo tengo aquí un poco de lío.

PROFA: ¡Rayos!

Llevé al niño al baño, y cuál no sería mi sorpresa cuando descubrí que los servicios de ese cole NO tienen puerta. Ya puestos, ¿por qué no montan unas letrinas? Imagino que será para que los críos no se queden encerrados, pero bueno... en mi cole todos los servicios tenían puerta y pestillo y con 5 años sabíamos abrir perfectamente.

El niño entró en su cubículo y yo me quedé a unos metros esperando y con una incomodidad que se me debía de notar en la cara.

NIÑO: Grrrr. Ñññññaaaaa. Fffffff. Yeeeee. Grrrraaahhh.

Madre mía. Encima iba para largo. Después de diez minutos...

NIÑO: ¡Ya!

¿Cómo que "ya"? No pretenderá que lo limpie el mocoso éste.

PROFA: Pues hala, límpiate, tira de la cadena y andando.

NIÑO: ¡No hay papel!

Aquí descubrí que, además de puertas, no había papel ni portarrollos en ninguno de los cubículos. Lo dicho sobre las letrinas; me reafirmo.

PROFA: Espera un momento.

Salí echando leches al comedor y cogí un taco de servilletas. Volví y se las alargué al niño.

PROFA: Toma, y cuando acabes deja las que sobran encima de la cisterna.

NIÑO: Ya las he tirado todas.

Fijo que no se había limpiado, el mamón. Salió del cubículo tan feliz y se dirigía al comedor, pero antes...

PROFA: ¿Dónde vas, jovencito? ¿No vas a tirar de la cadena?

NIÑO: No hay cadena.

Ah, no, esto ya es el colmo. Primero las puertas, luego el papel, y ahora la cadena. Pero sí, sí había. Lo que pasa es que les ponen las cosas demasiado fáciles a los niños, y así se olvidan de lo básico.

¡Devolvedme a mis chicos del instituto!

jueves, 17 de marzo de 2011

Precocidad

Ayer a eso de las 9 de la noche me suena el teléfono.

PROFA: ¿Sí?

JEFA: Oye, ¿puedes hacerme una susti mañana a las 8:30?

PROFA: ¿Dónde?

JEFA: En el cole X. Es de guardería, no tienes que prepararte la clase.

PROFA: Muy bien.

Así que ahí me he plantado hoy para cuidar a los niños que van a Madrugadores en un cole en la otra punta de Madrid. La primera en la frente, según entro viene una cuidadora y me saluda.

PROFA: Vengo de la empresa X a sustituir a alguien que falta hoy...

CUIDADORA: Aaaah, creí que eras una madre.

PROFA: Are you fuckin' kiddin' me?

No es esta anécdota por la que este post tiene el título que tiene. Biológicamente, a mi edad ya podría tener hijos adolescentes. Pero no. El caso es que me han llamado la atención varias cosas:

- Niños de 10 años jugando con cartas de Magic. Ahí, frikeando desde críos.

- Niños de 8 años en medio de una timba de póker. Faltaba el whisky, el humo de los puros, una lámpara a escasa distancia de la mesa y unos cuantos mafiosos. Creo que se estaban apostando cromos de fútbol.

- Niños de 6 años jugando al ajedrez con cara de tremenda concentración.

- Niño de 4 años candidato a colleja. Al crío no se le ocurre otra cosa que pintarrajear la mesa con una cera, así que fui a echarle la bronca correspondiente:

PROFA: Pero bueno, ¿por qué has pintado la mesa? ¿Es que no puedes pintar en el papel?

NIÑO: Ya, pero es que nosequién me ha quitado el papel.

PROFA: Pues se lo pides y que te lo devuelva, o me pides a mí otro. En la mesa no se pinta porque luego tiene que venir alguien a limpiarlo, y le estás dando mucho trabajo.

NIÑO: Bueno, entonces que le paguen más.

A mí los razonamientos como ése me vencen, qué quieres que te diga.

jueves, 10 de marzo de 2011

La ignorancia atrevida

Estoy notando que los críos ahora no tienen ni un mínimo de respeto por los conocimientos que un profesor puede transmitirles. Cuando yo estudiaba, que no fue hace tanto, lo que decía el profe iba a misa (excepto cuando decían las cosas absurdas que escribí en los comentarios al anterior post), y si no lo tenías muy claro, te callabas y lo comprobabas en casa buscando en la enciclopedia o preguntándoselo a alguien mayor.

Pues ahora no: si hay algo que no cuadra en sus cabezotas, automáticamente sueltan una enorme carcajada y te llaman tonto a la cara. Ya he contado algunos ejemplos, como lo del teléfono móvil dieciochesco. Lo de hoy también ha sido de traca. Estábamos completando un diálogo entre dos personajes llamados Eagle y Kiwi (todos los personajes del libro son animales; otros que aparecen por ahí son Bulldog y Zebra) y...

NIÑA HOSTIABLE: ¿Este libro es para personas de nuestra edad?

YO: En la contraportada pone a partir de 10 años, así que... sí.

NIÑA HOSTIABLE: Pues yo no me lo creo, porque aquí están haciendo hablar a un kiwi.

YO: Y a un águila, y a una cebra, y a un bulldog. Como en las fábulas.

NIÑA HOSTIABLE: Ya, pero... ¿hacer hablar a una fruta no es un poco infantil?

La susodicha y sus acólitas estallan en carcajadas mientas el resto de los niños trataba de continuar con el ejercicio.

YO: A ver, esto va para todos. ¿Qué es un kiwi?

NIÑA HOSTIABLE Y ACÓLITAS: Pues una fruta, ¿qué va a ser?

Carcajadas bastante molestas.

YO: Esto también es un kiwi. El bicho del pico largo (señalando el dibujo del libro en el que aparecía un ave kiwi)

Más carcajadas, de éstas que incitan a la violencia.

YO: Buscadlo en un diccionario, o en internet, y me decís que pone.

NIÑA HOSTIABLE: Mira, en este diccionario pone que es una fruta, lista.

Carcajadas por su parte. Ganas de estrangular por la mía.

YO: Seguid leyendo otras acepciones. La 2, la 3...

ACÓLITA 1: Blablabla... ave... anda, pues sí, pone que es un pájaro.

NIÑA HOSTIABLE: Bah, en los diccionarios ponen muchas tonterías.

No quiero saber cómo serán las conversaciones en las casas de esos niños. De verdad que no quiero.

martes, 8 de marzo de 2011

La percepción del tiempo

Uno de mis grupos de alumnos, el de 5º de Primaria, tiene un problema grave de percepción del tiempo, además de falta de lógica y de conocimientos históricos. De esto último no los culpo: no dejan de ser víctimas de un sistema educativo que cada vez enseña más chorradas. Pero de lo demás...

Para empezar, no se creen que tengo la edad que tengo.

NIÑA TOCAPELOTAS: ¿Cuántos años tienes, profe?

YO: 28.

NIÑA TOCAPELOTAS: Imposible.

YO: ¿Te enseño el DNI? Ah, no, que tendrías que hacer una resta llevando.

NIÑA TOCAPELOTAS: Pues si eso es verdad, pareces mucho mayor. Mi madre tiene 38 y tú pareces mayor.

Será que su madre se conserva muy bien o se ha puesto en manos de un experto cirujano. Vale que yo pueda dar de 30 tirando por lo alto, pero meterme en el saco de las casi cuarentonas, ¡no!

Tras este inciso les mandé hacer un ejercicio de multiple choice: había que observar unas viñetas y elegir la opción adecuada entre tres. En la viñeta en cuestión se mostraba un niño dentro de una tienda de campaña con un teléfono móvil (fuera de la tienda había un Bigfoot y el niño estaba acojonado), y las tres opciones eran: "write a postcard", "send an e-mail" y "ring", refiriéndose a qué va a hacer el niño. Pregunté cuál era la opción correcta y...

NIÑA SABELOTODO: "Send an e-mail".

YO: Are you sure? I would choose "ring".

NIÑA SABELOTODO: Pero desde el móvil se pueden mandar e-mails.

YO: Tienes razón, pero yo creo que si tienes un monstruo fuera de la tienda es más rápido llamar a la policía o a quien sea que mandar un e-mail para que te ayuden. Por otra parte, este libro es de 2003, y en ese año no estaba muy extendido lo de mandar e-mails con el móvil.

MONTÓN DE NIÑOS: ¿Cómo que no existía el móvil en 2003?

YO: Que sí, que existía, pero sólo para llamar y mandar mensajes.

MONTÓN DE NIÑOS: ¡Si se inventó en mil setecientos y pico!

YO: ¿Cómo? En España los primeros móviles aparecieron en los 70, y eran un maletón que se llevaba en el coche.

MONTÓN DE NIÑOS: ¡No, no y no! ¡Se inventó en mil setecientos y pico, que lo hemos dado en "Cono"!

YO: Quiero ver ese libro de "cono".

Me sacan el libro y aparece veo que aparece la fecha "1876" y encima un dibujo de un teléfono de los de Graham Bell.

YO: ¡Pero ese teléfono no es móvil!

MONTÓN DE NIÑOS: ¿Ah, no, lista? ¿Y entonces cómo es?

YO: Pues un teléfono fijo, normal, de los que tienen un cable.

MONTÓN DE NIÑOS: Sabrás tú más que nuestra profe de "cono".

Vale, queridos míos. Lo que vosotros digáis.

viernes, 4 de marzo de 2011

Otra de padres

Definitivamente, la parte más fea de la docencia es el trato con los padres. A veces incluso eclipsa la parte buena, porque muchos son de lo que no hay. Esta semana he tratado con un par de progenitores diametralmente distintos:

MADRE ENCANTADORA, COMPRENSIVA Y COLABORADORA A LA QUE LE GUSTARÍA PODER AYUDAR: la señora ve que su hija no lleva deberes a casa y que el examen que les hice le salió bastante mal. Hablo con ella, le digo que su niña se distrae y se despista mucho, pero que sabe más de lo que puede parecer. Me pide que le ponga deberes para casa, porque ella ayuda a la niña con la tarea. Cuartito de hora de agradable charla con una madre que se preocupa por su hija, y quedamos para charlar la semana que viene.

PADRE OCUPADÍSIMO Y SIN P... IDEA DE DIDÁCTICA QUE PRETENDE QUE LOS PROFES HAGAMOS MILAGROS: llama justo cuando va a empezar la clase y me quita 20 minutos, eso para empezar. Trato de quedar con él en otro momento pero se niega porque hasta no sé qué hora no sale de trabajar, y a veces más tarde. Le propongo una entrevista aunque sea fuera de mi horario y tampoco acepta. Me dice que su hija no aprende nada porque él le pregunta cosas y ella no sabe decirle nada. Cuando le digo que su hija se pasa el día dibujando y jugando y que no presta atención, me dice, ojo, que eso es normal porque la niña se levanta a las 7 de la mañana y a esas horas lo único que quiere es pasar el rato. Caballero, llévela entonces a una ludoteca, ¿no?Por otra parte, me critica que llevemos dados sólo 13 temas del libro (cada tema son 3 ó 4 sesiones, y una vez a la semana viene una lectora a dar clases de conversación). Le digo que vamos a un ritmo normal, que se podría mejorar pero que los niños son muy pequeños y necesitan que se les repitan muchas cosas. Y ahora es cuando viene lo mejor de todo: me pide que no le ponga deberes para casa porque ya tiene mucho, y que todo lo que haya que practicar se practique en clase. Todo esto preguntándome, de vez en cuando, si considero oportuno que la niña siga yendo a clases. Pero alma de cántaro, vale que la niña no sea especialmente brillante, pero no seré yo quien diga que se vaya del grupo, más que nada porque eso es lo que vulgarmente se conoce como "tirar piedras sobre mi propio tejado".

¿En qué quedamos? ¿Pongo deberes para contentar a una madre o no los pongo para contentar a un padre? ¿O quizá sea mejor mandarlos al cuerno? Comenten, comenten como si no hubiera mañana.

jueves, 3 de marzo de 2011

Una de padres

Lamentablemente, nos hemos quedado sin la entrada que os había prometido a algunos sobre una madre protestona, por dos motivos: he tenido que cancelar la entrevista y por teléfono la señora parece más agradable que por las notas que me ha mandado en la agenda de su niña. Sin embargo, esta semana ya he tenido unos cuantos padres curiosos:

PAPI CAÑÓN CON ACCIONES EN PLASTIDECOR: un señor de apariencia más que aceptable que viene a preguntarme si su hijo tiene pinturas. Le digo que no lo sé, que soy la profesora sustituta y que lo único que puedo decirle es que el último día las necesitó y no las tenía, por lo que tuvo que pedírselas a un compañero. El hombre me cuenta, entonces, que en lo que va de curso ya le ha metido en la mochila cinco o seis cajas de pinturas y le han desaparecido todas. Automáticamente pongo cara de "y yo qué quiere que le diga" y el papi cañón zanja la conversación diciendo "bueno, las tendrá en clase, digo yo". Hoy hemos vuelto a necesitar las pinturas y el niño, evidentemente, no las ha traído. Aún me pregunto si el hombre piensa que puedo hacer viajes astrales y descubrir dónde están las pinturas perdidas.

MADRE APARCANIÑOS: la temo. Es una señora que, según me ve aparecer por el colegio un cuarto de hora antes de que empiece la clase, le dice a su hijo "mira, ya está tu profesora, me voy", y a mí "bueno, pues ya que estás, yo me voy". Hace un par de días, además, me preguntó si es necesario que su hijo lleve material a clase, ya que les enviamos una circular diciendo que necesitan lápiz, goma, pinturas y un cuaderno o folios. Cuando le dije que con la profesora titular usan cuaderno, pero que yo les llevo fichas, preguntó muy airada: "¿entonces por qué ponen en la carta que el niño tiene que traer todo eso?" Ver para creer.

PADRES APARCANIÑOS MODELO 2: esto es una anécdota prestada de un compañero. Un día su jefa le dijo que los padres de una niña se habían quejado de él. Intrigado, preguntó por qué. Los padres le dijeron que realmente contra el profesor no tenían nada, pero que su hija estaba muy desmotivada y que el profe tendría que hacer algo para motivarla. Así se hace, a enmarronar profes se ha dicho.

Próximamente, más y mejores entregas.