Ayer empecé a dar clase a un grupo de niños de 7 años muy curioso: el grupo se autorregula con una facilidad pasmosa, de modo que los niños buenos e interesados en la clase se ponen todos juntitos alrededor de una mesa y los niños cabritos y revoltosos se colocan alrededor de otra, aunque luego, a lo largo de la clase, se levanten millones de veces.
Una vez había conseguido que todos estuvieran más o menos sentaditos y haciendo un dibujo, me empieza a sonar el móvil. Voy corriendo a rechazar la llamada, pero los niños ya se habían distraído (y eso que ya he quitado el tono de "Dexter").
NIÑA: A la teacher la llama su nooooviooooo, a la teacher la llama su nooooviooooo...
PROFA: Mi novio no, mi marido.
NIÑA: ¿Así que tienes hijos?
Entre las presiones familiares y las de mis alumnos, voy a tener que empezar a planteármelo.
martes, 18 de octubre de 2011
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