lunes, 26 de septiembre de 2011

¡Ánimo, profe novato!

Yo antes era una firme defensora de aquella idea de que un buen profesor logra suscitar en sus alumnos interés en la materia que fuera. Ahora me conformo con que, como profe, alguno de mis alumnos me haga caso. Y es que algo de materia prima tiene que haber. Al igual que a mí no hubo profesor en el instituto que me hiciera interesarme por las derivadas y las integrales, por muy útiles que sean, hay alumnos que cierran sus oídos y entendimientos a cal y canto si no le encuentran la gracia a lo que el profesor les está contando. Aunque sea un erudito y un hábil comunicador.

Este curso todavía no he empezado a dar clases. Eso sucederá, probablemente, la semana que viene. Pero resulta que mi señor marido ha tenido que abrazar la docencia y ha empezado hoy a dar clases de algo que, en principio, gusta a todo el mundo: música. Es verdad que la teoría musical puede resultar un poco densa, pero para un estudiante de técnico de sonido lo veo fundamental. Igual que la teoría del color en TV para un realizador. Igual que otras muchas cosas bastante apestosas para cualquier profesional.

A lo que iba, hoy mi señor marido se ha presentado delante de 10 canis que aspiran a mover vúmetros y sujetar pértigas (después de lo que me ha contado, juraría que no aspiran a más) y les ha empezado a hablar sobre lenguaje musical junto con un power point muy chulo y lleno de ejemplos de musiquitas varias que le ha llevado dos días de trabajo.

CANIS: Eso ya lo dimos en la ESO.

PROFE: Pero viene en el temario. Tengo que darlo. Comprendo que es un petardo, pero es lo que hay.

El resto de la hora los alumnos se dedicaron a escudriñar el aire en busca de moscas con las que distraerse. Y al terminar la clase, mi señor marido me llamó.

PROFE: Esto es horrible. Ha sido una experiencia fatal. Debo de ser el profesor más coñazo del mundo.

PROFA: Vete acostumbrando... ¿Cómo te crees que me sentía yo el año pasado después del grupo de niños cabrones?

PROFE: Es que me han dicho que, como lo que están estudiando es FP, que la teoría no les interesa. Que sólo quieren asignaturas prácticas.

PROFA: Pues nada, el próximo día les pones delante un piano y hala, a tocar se ha dicho.

PROFE: Les he dicho que sin teoría no hay práctica y encima me han mirado mal. Menos mal que el módulo ocupa sólo unas horas.

PROFA: Si fueran más pequeños, todavía podría entender que tú debieras cambiar tu estilo docente. Pero ya son grandecitos. Si les interesa atender, bien. Si no, pues nada, tú das la materia por sabida, va para examen y que se jodan. Que ya está bien de chorradas.

¡Ánimo, profe! ¡Que les den a los canis! A mí me enseñas mucho todos los días.

1 comentario:

  1. Uy, canis. No digas más. Con un poco de suerte hay alguno normal que escuche con algo de interés.

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