martes, 22 de febrero de 2011

Novios (II)

Hoy he tenido clase con los niños malos, ni más ni menos revuelta que de costumbre. Un horror, vaya. Cada uno estaba a su bola, para variar, y cuando ya me cansé pegué la oreja a una de las interesantísimas conversaciones que tenían entre ellos. Conversaciones sobre novios, un tema que les apasiona.

PROFA: Pero bueno, dejad de hablar ya de novios, ¿no? Además, si sois muy jóvenes para eso.

NIÑO JETA: Lo dirás tú. Yo ya he tenido cuatro novias.

PROFA: Pues si con 8 años ya has tenido cuatro novias, poco te han durado. ¿Ahora tienes novia?

NIÑO JETA: Sí. Bueno, ya no, me ha dejado.

PROFA: ¿Te ha dejado ella o la has dejado tú?

NIÑO JETA: Ella a mí.

PROFA: ¿Y eso?

NIÑO JETA: Porque la pegué.

Me quedaré con el nombre y la cara del crío para reconocerlo cuando salga en las noticias dentro de unos años.

jueves, 17 de febrero de 2011

Collejas virtuales

A muchos profes, y no sólo a mí, nos gustaría a veces poder dar una colleja a un alumno. Eso, en el caso más leve, porque creo que en ocasiones no me quedaría a gusto siquiera así. Esta semana está a punto de sangrarme la lengua de las veces que me la he tenido que morder por no convocar de urgencia a unos cuantos padres y pedirles, por favor, que les den una tirón de orejas a sus hijos, que luego ya se lo doy yo. Pero claro, eso sería una agresión muy grave, así que me conformaré con repartir collejas virtuales. Los ganadores de esta semana (a falta de mañana, viernes, que ya me da igual) son:

- La niña repelente de 7 años que me repite veinte veces a lo largo de una clase que "tiene un ordenador en su habitación para ella sola porque sus papás se lo han comprado, pero ojo que no es el ordenador de casa porque ése es otro, el suyo es suyo y sólo suyo y además es de verdad porque se lo regalaron a ella, lo tiene en su habitación y lo usa para internet y todo, porque para algo es suyo porque se lo regalaron" y que cuando me ve aparecer en clase con una caja de pinturas y un radiocassette sólo se le ocurre gritarme, airada, "¡YO NO QUIERO HACER EXAMEN!" Después de la colleja pediré que me explique la relación directa y necesaria que existe entre las cajas de pinturas y los exámenes y que razone su respuesta. Y si no, que lo busque en internet en su ordenador sólo suyo.

- El niño de 6 años que a las 8:30 de la mañana no es capaz de estarse quieto en su sitio y requiere que le pida 16 veces, ni una más ni una menos, que se siente. Durante la colleja, le preguntaré qué desayuna para tener tanta energía, porque yo cuando doy clase a esas horas hago esfuerzos titánicos para despojarme de las legañas y tragar un café para no quedarme frita delante de ellos.

- Las tres niñas de 10 años que no han sido capaces de atender ni un minuto en clase porque estaban muy ocupadas en echarse purpurina en la cara (el martes) o escribir 100 veces "no hablaré cuando estemos en la fila" para cumplir un castigo (hoy), y que encima se permiten el lujo de quejarse, al final de la clase, de que no se han enterado de nada. Creo que tendré que encargar un atizador de collejas triple para estos casos, que además dispare purpurina indeleble.

- Los múltiples infantes de 8 años que están convencidos de que saben más que el profesor y se enfadan muchísimo porque has escrito "Brazil" en lugar de "Brasil" o "beautiful" en vez de "beautifull", y que, cuando tras un rato de discusión, no te queda más remedio que decirles que es así porque sí y porque no van a saber ellos más que tú, te dicen que tienen un profesor que se equivoca mucho y que, por tanto, desconfían de lo que digan todos los profesores. El atizador triple serviría también para éstos.

Bueno, parece que desahogarse funciona. Un poquito.

martes, 15 de febrero de 2011

Novios

Ayer me tocó hacer una sustitución en una clase de infantil. Poca cosa: repasar los colores y las partes del cuerpo. Me presenté en el cole, y mientras estaba pasando lista me interrumpe la voz de una personita de 5 años.

NIÑA 1: Profe, él es mi novio. (Señalando al niño de al lado)

PROFA (al niño): No me digas, ¿ella es tu novia?

NIÑO: Sí, es mi novia.

PROFA: Vaya, pues hoy que es San Valentín tendréis que regalaros algo, ¿no?

Los niños se me quedan mirando con cara de "no habíamos caído en ese detalle". A continuación, el niño le da un beso a la niña.

PROFA: Bueno, chicos, los besos los dejamos para otro rato. Ahora vamos a la alfombra, que vamos a hacer un juego.

Se van todos a la alfombra y una niña se sienta en medio de los amantes de Teruel. El niño se queja porque quiere estar con su novia.

NIÑA 2: No, yo también quiero estar con ella porque es mi novia.

PROFA: Pero bueno, ¿tú cuántos novios y novias tienes?

NIÑA 1: ¡Muchos!

NIÑA 3: ¡Yo también soy su novia!

Aún no salgo de mi asombro.

sábado, 12 de febrero de 2011

Razonar, esa cosa tan complicada

El jueves pasado fui a dar clase a los niños grandes y cuando llegué a recogerlos al patio no había ni uno. O estaban todos comiendo, o en el baño, o escondidos. A los cinco minutos llega uno, que se supone que es el mejor:

NIÑO 1: ¡Todavía no son y media!

PROFA: ¡Son y media pasadas!

NIÑO 1: Pero es que mis amigos están jugando al fútbol y yo también quiero.

PROFA: Eso no tiene ninguna influencia sobre el paso del tiempo. Quédate aquí.

Ni que decir tiene que me hizo poco caso y como no venía ninguno de los otros niños, se fue a jugar. Al poco llega una niña que habla con la Z.

NIÑA QUE HABLA CON LA Z: ¡No ez juzto! ¡Hoy ya hemoz tenido ingléz de la claze normal y ahora toca otra vez ingléz! ¡No me parece nada juzto!

PROFA: ¿Y yo qué culpa tengo si en tu horario normal de clase hay inglés el jueves?

NIÑA QUE HABLA CON LA Z: Puez zí, tienez la culpa, porque si tú no eztuvieraz trabajando de profezora de ingléz, a lo mejor no teníamoz claze hoy.

PROFA: Ah, vaya. Pues mira, hacemos una cosa: tú me pagas el alquiler y me das de comer, y yo desaparezco.

La niña que habla con la Z se queda pensando un rato.

NIÑA QUE HABLA CON LA Z: Puez entonzez cambia de trabajo, azí ganaz dinero en otro zitio y nozotroz noz libramoz de la claze de ingléz.

PROFA: ¿Y crees que si me voy yo no va a venir otro profe?

NIÑA: Puez que eze otro profe ze buzque otro trabajo.

Impresionante. Algún día esta niña nos gobernará a todos.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Día tierno

No todo iban a ser quejas. Los profes también tenemos nuestro corazoncito. Después de un mes dando clase a mis tiernos borreguillos de 8 años, empiezan a mostrar su lado más adorable con regalitos como éste:


Si es que a veces te los comes...

martes, 8 de febrero de 2011

Pequeños fashion victims

Menos mal que en los colegios en los que doy clase es obligatorio llevar uniforme: los críos van uniformados incluso cuando hay que llevar chandal. Si no fuera así, no quiero imaginarme hasta qué punto estarían obsesionados con trapitos, peinados y complementos varios, especialmente las niñas.

Hace ya unos días tuve el primer encontronazo con una de las de 10 años, profesional del porculerismo.

NIÑA PELIRROJA: Hoy tienes el pelo más claro.

PROFA: Será cosa del sol.

NIÑA PELIRROJA: Pero tu pelirrojo es de bote.

PROFA: Ya, pero mis ojos azules son naturales. Si tú los quieres, necesitas lentillas.

Y la jodía niña no volvió a decir nada. Hasta hoy. Iba yo con mis gafas de sol (como éstas pero con los cristales de espejo azul) y se acerca la interfecta:

NIÑA PELIRROJA: Qué gafas más feas.

PROFA: A mí me gustan.

NIÑA PELIRROJA: Pues te quedan fatal.

PROFA: Vaya, después de siete años con ellas eres la única persona que me lo dice. Pues el día que traigas las Aviator verdes, vas a flipar.

NIÑA PELIRROJA: Pero quítatelas, que vas haciendo el ridículo.

PROFA: Me da igual. Si me las quito, no veo nada.

En esto que llegan otras cuantas crías.

NIÑA 1: ¿De dónde es esa camiseta? ¿De Desigual?

La niña no debe de tener mucha idea de cómo es la ropa de Desigual. Para empezar, era una camiseta rosa lisa.

PROFA: No. De H&M.

NIÑA PELIRROJA: Pero si en H&M sólo hay ropa para niños.

PROFA (murmurando): Pues son cojonudos los niños de ahora... digooo... ¿Pero qué dices? Si tienen hasta ropa premamá.

NIÑA PELIRROJA: ¡Que te quites las gafas, que son muy horteras!

A la hora de comer pero sin haber comido mi paciencia tiene un límite.

PROFA: ¿Sabes que te digo? Que tu opinión me importa una mierda.

¡Mano de santo!

¡Jelou!

Esta anécdota la tomo prestada de mi amiga Erika, también profa de inglés y de lo que se tercie. Le sucedió a su tutor de prácticas.

Clase de 2º de infantil. El profesor entra y los niños le saludan:

NIÑOS: Hello! Hello!

Hasta ahí todo normal. Pero van pasando los días y parece que una niña no se entera muy bien de lo que significa "Hello!".

NIÑA: Jelou, ¿pinto esto de amarillo?

El profesor se extraña, pero lo deja pasar.

NIÑA: Jelou, se me ha roto la punta... Jelou, ¿hago esto? Jelou, ¿hago lo otro?

Nueva misión: convencer a la niña de que el profesor NO se llama Jelou. Con la dificultad añadida de que llegado un punto del curso no tenía muy claro si Jelou era el profesor titular o mi amiga.

Desde luego, a algunos les cuesta, eh...

jueves, 3 de febrero de 2011

Gossip Pupils

No me importa hablar de mi vida privada, hasta un punto, con los alumnos, si eso va a crear cercanía y confianza. Ellos me cuentan sus cosas: cómo se los han repartido sus padres tras el divorcio, a casa de quién van a gorronear en verano o cuán poco caso les hacen. Hay excepciones, claro. El caso es que hoy me pregunta una:

NIÑA 1: Profe, ¿tienes novio?

PROFA: Sí, ¿por qué?

NIÑA 1: ¿Cómo se llama?

PROFA: Alberto.

Todos los niños se quedan con cara de asombro, como si hubieran visto un ectoplasma. No sé, a mí Alberto me parece un nombre de lo más vulgar.

NIÑO CON BERRETES DE TOMATE: ¿Y hacéis el amor?

Risas generales.

PROFA: ¿No tenéis otra cosa que preguntar?

NIÑA 2: Sí, sí... oye, ¿tiene barba?

Vale, estupendo. Me han visto por la calle con él.

PROFA: Pues sí.

NIÑA 2: ¿Y el pelo negro y largo?

PROFA: Sí.

NIÑA 2: ¿Es mayor que tú?

PROFA: Un poco.

NIÑA 2: ¿Y sabe música?

Esto ya me extrañó bastante, pero bueno. Siempre han podido vernos con partituras de la mano, porque otra cosa en mi casa no habrá, pero partituras un montón. Dos cajas tamaño mudanza cogiendo polvo en la terraza, y las de uso diario en el atril del piano.

PROFA: Sí.

Nuevo momento boquiabierto de los niños. En ese momento me doy cuenta de que la he liado parda: por la ventana que da al pasillo veo pasar al profesor de música, Don Alberto, con barba y el pelo largo y negro.

Mierda, ahora estoy liada con otro profe.

martes, 1 de febrero de 2011

Una tía vieja

Estos alumnos míos, especialmente las niñas, dan una importancia exagerada a cómo va vestido el profesor. Un día, los peques le preguntaron a la lectora por qué iba siempre de negro, ya que había más colores. En el máster de profe que hice el año pasado nos dijeron que a los alumnos les gusta ver que el profesor se arregla, se cambia de peinado, etc. Yo me lo he tomado al pie de la letra. Así que ayer me presenté en clase de los peques con una camiseta de Marilyn que no había llevado antes.

NIÑA 1: A ver, ¿quién es la de la camiseta?

PROFA: Es una actriz, Marilyn Monroe.

NIÑA 2: ¿Es de Zara?

PROFA: No, no es de Zara. Me la regalaron.

NIÑA 3: Pues mi madre cuando estaba embarazada llevaba una parecida, porque como estira mucho vale para la barriga gorda.

PROFA: ¬¬

Hoy he tenido clase con los mayores. Nada más llegar vienen todas las niñas a ver la dichosa camiseta.

NIÑA 1: ¿Por qué está tan de moda llevar camisetas con esta cara?

PROFA: Pues no sé, pero a mí me gusta.

NIÑA 1: Buah, si es una tía vieja.

PROFA: ¿Cómo que "una tía vieja? ¡Es Marilyn!

Se acerca otra niña.

NIÑA 2: Ah, ¿no es ésa de las películas...?

PROFA: Claro que sale en películas.

NIÑA 2: Sí, la de las películas españolas. Marisol, ¿no?

PROFA: ¬¬

Igual empiezo a ponerme bata.