jueves, 12 de abril de 2012

O_o

NIÑA DE 7 AÑOS POR LO BAJINI: La profe tiene cara de chupapollas.

A una se le queda cara de gilipollas, que es parecido pero no es igual. Y luego viene un niño muy rico y dice:

NIÑO MUY RICO: Profe, Silvia ha dicho que tienes cara de chupa... de chupa...

PROFA: De chupa ¿qué?

NMR: Ay, profe, pues de chupa... (y se señala la segunda parte de la lindeza que me dedicó la jodía niña)

Me pregunto cómo hablarán en casa de esa cría.

viernes, 9 de marzo de 2012

Las tres mosqueteras

El miércoles viví una situación un tanto incómoda a la salida del colegio. Iba camino de la verja cuando llegaron tres mamás, tres, concretamente las madres de mis tres mejores alumnos.

MADRE ATHOS: Queremos hablar contigo.

MADRE PORTHOS: Sí.

MADRE ARAMIS: Sólo si tienes un rato.

PROFA: Bueno, tengo algo de prisa, pero decidme...

MADRE ATHOS: Es que nos han dicho los niños que hay unos compañeros que se portan mal.

PROFA: Sí, hay tres niñas que dan bastante lata.

MADRE PORTHOS: Ya, pero es que por lo visto cuando ellas se portan mal los castigas a todos.

PROFA: La semana pasada no estuve yo, así que no puedo responder por lo que hiciera mi sustituta..

MADRE PORTHOS: No, no, no, esto fue el lunes.

PROFA: Sí, el lunes paré la clase completamente durante cinco minutos para que los niños que se portan mal vean cómo les afecta a los alumnos buenos.

MADRE ATHOS: Pero eso que eso no es justo, porque si nuestros niños se portan bien no sé por qué tienes que castigarlos.

PROFA: Ya se lo he explicado. Lo que no puedo es estar atendiendo a sus hijos exclusivamente mientras los demás dan brincos por las mesas. Llega un momento que hay que parar la clase completa.

MADRE PORTHOS: Es que si vas a estar en ese plan, los niños no van a aprovechar la clase y yo no quiero pagar un dinero para que mi niña esté castigada.

MADRE ARAMIS: Mi hijo, la verdad, está muy contento, así que no creo que el problema sea tuyo...

PROFA: Yo hago lo que puedo. Mi empresa está enterada y los padres de esos niños también, porque les he mandado notas en la agenda.

MADRE ATHOS: Pues habla con ellos personalmente.

PROFA: Con todos los respetos, esa no es la manera correcta de proceder. Concretamente en este caso yo no puedo hablar con los padres porque todas las comunicaciones han de ser a través de la empresa. De hecho ahora mismo yo no debería estar aquí hablando con vosotras, pero me quedo por educación y por explicarme.

MADRE ATHOS: Es que a esos padres habría que decirles que desapunten a los niños de clase de inglés y los apunten a otra cosa.

PROFA: Si estoy de acuerdo en que esos niños no pintan nada en mi clase, pero yo no soy quién para decirle a unos padres a qué actividad apuntar a sus hijos.

MADRE PORTHOS: Bueno, bueno, lo que está claro es que si esto sigue así, mi hija el año que viene no vendrá a clase de inglés.

MADRE ARAMIS: Yo sí quiero que mi hijo siga, pero la verdad, no me gusta que tenga que estar castigado por culpa de otros.

MADRE ATHOS: Así que ya sabes, haz algo.

Lo que debería haber hecho:

PROFA: ¡Váyanse a tomar por culo! ¿Son ustedes docentes? No, ¿verdad? ¿Qué cojones saben sobre cómo llevar un grupo en el que la mitad de los niños van obligados y son unos salvajes? ¿Por qué coño no se preocupan de que sus hijos sean felices y no de una soplapollez como es el hecho de que haya castigado a toda la clase CINCO PUTOS MINUTOS? ¡Hala, adiós! ¡Y ahora, pongan una queja!

Lo cual habría tenido una ventaja: me habrían echado de esta mierda de trabajo.

Lo que hice:

PROFA: Transmitiré sus quejas a mi empresa. Gracias, buenas tardes.

Vamos, que hice el tonto.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Y encima no te puedes reír

Una de las cosas que más me cuestan cuando mis alumnos tienen el día graciosete es que no me puedo reír para evitar que abunden sobre el tema acerca del que están hablando. Toca poner la cara muy seria y cambiar de tema, pero hay veces que es mejor darse la vuelta y soltar la carcajada para no reventar.


CASO 1: LA NIÑA EXTREMADAMANTE BASTA

Viendo cómo es la madre (lo que habitualmente llamaríamos una "choni") no me extraña que la niña suelte esas perlitas. Y siempre sobre el mismo tema escatológico:

Caso 1A

NIÑA EXTEMADAMENTE BASTA: Profe, ¿puedo salir?

PROFA: Ya sabes que no podéis salir.

NEB: Pero es que quiero salir.

P: Si quieres beber agua, puedes beber del grifo que hay dentro de la clase.

NEB: No, no es eso.

P: ¿Entonces?

NEB: QUE QUIERO IR A CAGAR, ¿VALE?


Caso 1B

Un día distinto, la niña extremadamente basta, que debe de tomar Activia por un tubo, vuelve a pedirme ir al baño. Para evitar que dijera alguna burrada a causa de su desesperación, dejé que saliera. Cuando volvió...

NIÑO 1: ¿Por qué has tardado tanto?

NEB: Es que he ido a jiñar.

NIÑO 2: ¿Y eso qué es?

NEB: Pues qué va a ser, pareces tonto, ¡CAGAR!


CASO 2: LA NIÑA QUE SACA CONCLUSIONES RARAS

A los críos les encanta hacer preguntas personales, cuanto más mejor. Estábamos dando las habitaciones de una casa y para ello dibujé un plano de la mía, que sólo tiene un dormitorio.

NIÑA QUE SACA CONCLUSIONES RARAS: Entonces, ¿vives sola?

P: No, vivo con mi marido.

NQSCR: ¿Y por qué sólo tienes una habitación?

P: Porque mi casa es muy pequeña.

RESTO DE NIÑOS: Es que la gente casada duerme en la misma cama, no necesitan más.

NQSCR: ¿Y tus hijos, dónde duermen?

P: No tengo hijos.

NQSCR (en bajito a los otros niños): ¡Eso es porque no ha hecho el amor!


CASO 3: EL NIÑO QUE NECESITA UN ATLAS ANATÓMICO

En la puerta del aula donde doy clase hay un póster grandote de una silueta de un muñeco con piezas que se pueden pegar encima con blu-tack: huesos, músculos, órganos...

Por supuesto, las piezas de las vísceras son bastante esquemáticas y los intestinos son como una especie de espaguetis gordos. El intestino grueso termina donde todos sabemos, pero la verdad es que en el dibujo tiene una forma bastante sospechosa.

NQNUAA: ¡Profe, mira, eso es la chorra!

P: Eeeh... nooo... no es eso...

NQNUAA: ¡Que sí, que sí, que es la chorra!

P: No. El dibujo es del aparato digestivo, y eso es el final del intestino grueso, seguro que lo habéis dado en clase, se llama recto y...

NQNUAA: ¡Que no, profe, que es la chorra! ¡Los niños tenemos chorra!

P: A ver, Rodrigo, ¿no puedes llamarlo de otra manera?

NQNUAA: ¡Es que es la chorra!

Me doy por vencida...

lunes, 28 de noviembre de 2011

Jardines

Hacía mucho que no escribía, y la verdad es que tengo unas cuantas anécdotas que merecen ser publicadas, pero por falta de tiempo están esperando mejor ocasión. Sin embargo, hoy he tenido una de las buenas. De ésas en las que te metes y no sabes cómo salir.

PROFA: Fact and fiction. Could you please tell me three examples of each one?

ALUMNO CÁNDIDO: Fiction, for example... Star Wars, Harry Potter, Jason and the Argonauts... and fact... errr... la Biblia.

PROFA: Bueno, la Biblia igual podría ir en un lugar intermedio entre fact y fiction.

El alumno cándido y el resto me miran como si yo fuera un extraterrestre de fiction.

ALUMNO CÁNDIDO: Pero lo que cuenta la Biblia es real, ¿no?

PROFA: Sí, bueno, es real... pero hay hechos que están ficcionados, sobre todo del Antiguo Testamento, como lo de Noé y...

ALUMNO CÁNDIDO: ¡A nosotros nos dicen que es real!

OTRO ALUMNO: ¡La Biblia es real!

OTRO ALUMNO MÁS: ¡Eso nos han dicho en clase de religión?

PROFA: ¿Sabéis qué? No me hagáis caso. La Biblia es real, faltaría más. Olvidad lo de los hechos ficcionados. So... any more examples we could write under the headline "fact"? How about "newspapers"?

ALUMNA LISTILLA: Pues no, los periódicos son ficción porque los periodistas mienten.

PROFA: Esto... como os habéis portado bien, podéis recoger y salir.

Pa' qué discutir.

martes, 18 de octubre de 2011

Niños distintos, misma lógica

Ayer empecé a dar clase a un grupo de niños de 7 años muy curioso: el grupo se autorregula con una facilidad pasmosa, de modo que los niños buenos e interesados en la clase se ponen todos juntitos alrededor de una mesa y los niños cabritos y revoltosos se colocan alrededor de otra, aunque luego, a lo largo de la clase, se levanten millones de veces.

Una vez había conseguido que todos estuvieran más o menos sentaditos y haciendo un dibujo, me empieza a sonar el móvil. Voy corriendo a rechazar la llamada, pero los niños ya se habían distraído (y eso que ya he quitado el tono de "Dexter").

NIÑA: A la teacher la llama su nooooviooooo, a la teacher la llama su nooooviooooo...

PROFA: Mi novio no, mi marido.

NIÑA: ¿Así que tienes hijos?

Entre las presiones familiares y las de mis alumnos, voy a tener que empezar a planteármelo.

lunes, 26 de septiembre de 2011

¡Ánimo, profe novato!

Yo antes era una firme defensora de aquella idea de que un buen profesor logra suscitar en sus alumnos interés en la materia que fuera. Ahora me conformo con que, como profe, alguno de mis alumnos me haga caso. Y es que algo de materia prima tiene que haber. Al igual que a mí no hubo profesor en el instituto que me hiciera interesarme por las derivadas y las integrales, por muy útiles que sean, hay alumnos que cierran sus oídos y entendimientos a cal y canto si no le encuentran la gracia a lo que el profesor les está contando. Aunque sea un erudito y un hábil comunicador.

Este curso todavía no he empezado a dar clases. Eso sucederá, probablemente, la semana que viene. Pero resulta que mi señor marido ha tenido que abrazar la docencia y ha empezado hoy a dar clases de algo que, en principio, gusta a todo el mundo: música. Es verdad que la teoría musical puede resultar un poco densa, pero para un estudiante de técnico de sonido lo veo fundamental. Igual que la teoría del color en TV para un realizador. Igual que otras muchas cosas bastante apestosas para cualquier profesional.

A lo que iba, hoy mi señor marido se ha presentado delante de 10 canis que aspiran a mover vúmetros y sujetar pértigas (después de lo que me ha contado, juraría que no aspiran a más) y les ha empezado a hablar sobre lenguaje musical junto con un power point muy chulo y lleno de ejemplos de musiquitas varias que le ha llevado dos días de trabajo.

CANIS: Eso ya lo dimos en la ESO.

PROFE: Pero viene en el temario. Tengo que darlo. Comprendo que es un petardo, pero es lo que hay.

El resto de la hora los alumnos se dedicaron a escudriñar el aire en busca de moscas con las que distraerse. Y al terminar la clase, mi señor marido me llamó.

PROFE: Esto es horrible. Ha sido una experiencia fatal. Debo de ser el profesor más coñazo del mundo.

PROFA: Vete acostumbrando... ¿Cómo te crees que me sentía yo el año pasado después del grupo de niños cabrones?

PROFE: Es que me han dicho que, como lo que están estudiando es FP, que la teoría no les interesa. Que sólo quieren asignaturas prácticas.

PROFA: Pues nada, el próximo día les pones delante un piano y hala, a tocar se ha dicho.

PROFE: Les he dicho que sin teoría no hay práctica y encima me han mirado mal. Menos mal que el módulo ocupa sólo unas horas.

PROFA: Si fueran más pequeños, todavía podría entender que tú debieras cambiar tu estilo docente. Pero ya son grandecitos. Si les interesa atender, bien. Si no, pues nada, tú das la materia por sabida, va para examen y que se jodan. Que ya está bien de chorradas.

¡Ánimo, profe! ¡Que les den a los canis! A mí me enseñas mucho todos los días.

jueves, 4 de agosto de 2011

De vuelta

Una de mis escasas lectoras me preguntaba en un comentario a la entrada anterior qué iba a hacer ahora con el blog, estando retirada temporalmente de la docencia. En principio tenía idea de colgar dibujos y moneces que han ido saliendo cuando he hecho limpieza de mi cartera y poner alguna anécdota menor. Peeero...

Me las prometía muy felices en agosto: nada de trabajo en ningún sentido. Sin embargo, mi suegra se encargó de encontrarme un alumno. Su vecino de arriba lleva cuatro para septiembre, entre ellas inglés, y luego tiene el examen de selectividad. O PAU, como dicen ahora (a este paso voy a sonar tan rancia como mis padres cuando hablaban de la reválida). Así que ahí estoy, tratando de prepararlo para dentro de un mes. Teniendo en cuenta que el chaval no tiene demasiadas ganas de estudiar (ya me saltó hace dos días con un "el jueves no") y que se dispersa fácilmente, creo que el milagro no va a suceder. Pero como me pagan por intentarlo, pues eso... lo estoy intentando.

Recopilé exámenes de selectividad de años pasados y me presenté en su casa con uno facilito para ir viendo qué necesita practicar. Él me había dicho que le faltaba vocabulario. Yo me imaginé que sería algo más. "Algo", qué ingenua.

Pongamos que el texto es el cuento de Caperucita. Le digo que lo lea y que me cuente, en español y con sus palabras, lo que dice el texto. Respuesta:

"Pues es una señora que se llama Caperucita o algo así, que vive con su abuelita y tiene un lobo de mascota, y entonces un día hace pasteles, va por el bosque, invita a un cazador a té con pastas, se van al campo de tiro vestidos con un camisón y ya no he entendido lo del último párrafo".

Triple Facepalm...