miércoles, 13 de julio de 2011

Leche, cacao, avellanas y azúcar

La siguiente anécdota no tiene mucho que ver con los niños. Pobres, ellos estaban tan tranquilos en su taller de cocina haciendo tostadas con Nocilla decoradas con nata y Lacasitos. No, esta vez ha sido mi jefa, que estaba echándome una mano para que los críos no montaran mucho cristo con el chocolate.

JEFA: Yo me voy a untar una rebanada. ¿Tú quieres?

PROFA: No, que mañana la báscula me manda al garete.

JEFA: Bueno, si quieres una, sírvete tú misma.

PROFA: Tranquila, puedo pasar sin ello.

JEFA: Poder, podrás. Pero serás menos feliz.

Snif, snif.

lunes, 11 de julio de 2011

El gato

Hace un par de semanas estaba jugando en el patio con los niños y apareció por allí un gato que se había colado de la calle.

NIÑOS: ¡Gato! ¡Gato! ¡Hola, gato!

Por supuesto, el gato no hizo ni puñetero caso. En esto que se me ocurrió vacilar un poco a los críos.

PROFA: Es que los gatos no entienden el español. Tenéis que hablarle en inglés. Hay que decirle "cat, cat!"

NIÑOS: Cat! Cat! Hello, cat!

Casualidades que suceden, el gato vino hacia nosotros. Viendo que iba a ser imposible continuar con la broma (capaces son estos niños de pedirme que el gato hable) decidí volver hacia el interior del cole y dejar que se olvidaran del tema del gato angloparlante.

El caso es que hoy, durante la hora de la piscina, vi que unos cuantos niños se apoyaban en una valla del patio. Me acerqué y pude oír:

NIÑOS: Gat! Gat!

PROFA: Chicos, así el gato no se va a enterar de nada. Tiene que ser "cat", no "gat".

NIÑA 1: ¡Es verdad! Cat! Cat!

NIÑO 1: Pues no viene.

PROFA: No sé qué pasará. Igual no os oye.

NIÑA 1: Este gato no se entera. Le estoy diciendo "cat, let's go!" y ni caso.

NIÑO 2: Cat! Cat!

NIÑA 1: Ya sé lo que pasa. ¡Este gato es sordo!

NIÑA 2: ¡Claro! ¡Como mi abuela!

Yo juraría que se hacía el sordo...

martes, 5 de julio de 2011

Quiero ser pequeño

Ayer, a la hora de la piscina, uno de los niños (que es un absoluto trasto, pero luego es rico y tal) sintió frío, me pidió la toalla y se sentó al sol. Se quitó las chanclas y comenzó a pellizcarse los pezoncillos, él solo. Yo lo miraba de lejos preguntándome qué demonios estaba haciendo, porque no paraba y además tenía una expresión tristítima. Me pudo la curiosidad y...

PROFA: Hey, what are you doing?

NIÑO: Estaba pensando que quiero volver a ser pequeño.

PROFA: Pero si tienes tres años. ERES pequeño.

El tío seguía a lo suyo. Estos críos son multitarea: no paran de hacer algo aunque les estés hablando.

NIÑO: No, más pequeño. Es que cuando era pequeño, yo comía de mamá. De aquí, pero de mamá.

PROFA: Claro, pero eso es sólo para bebés.

NIÑO: Pues entonces quiero ser un bebé.

Jo. Qué mono.

sábado, 2 de julio de 2011

Bichos

Amables lectores, disculpen mi ausencia estos días, pero he empezado a trabajar como monitora de un campamento urbano de inglés y sólo puedo decir una cosa:

¡QUIERO QUE TERMINE YA!

Bueno, también puedo decir otra:

¿POR QUÉ NO APUNTAN A LOS NIÑOS A OTRA COSA, COMO ENCAJE DE BOLILLOS O PUNTO DE CRUZ?

Dicho esto, procedo a comentar alguna cosilla de esta semana. Es curioso, pero los bichos son algo que apasiona y acojona a partes iguales a los niños de entre 3 y 5 años. Un día vienen tan felices diciendo que han visto una "bilélula" y otro día se te agarran a las piernas muertos de miedo porque han visto "una araña inmensa y muy grande".


ANÉCDOTA 1

Los niños son tan impredecibles que suele suceder lo siguiente: preparas una actividad que crees que les va a encantar y a la hora de la verdad pasan de la actividad en sí y se centran en una minucia que les entretiene un buen rato. Concretemos: mi jefa ha instalado unas piscinas hinchables en el patio del cole y los niños para que todos los días pasen una horita refrescándose (y de paso dejan de dar el coñazo). El segundo día, como era de esperar, las piscinas se habían llenado de bichos, hojitas y guarreridas varias y yo procedí a limpiarlas con una red.

NIÑOS: ¡Hala, una mariposa, una polilla, una avispa, un mosquito, una hoja!

Etcétera.

PROFA: The pool is clean now. You can swim!

NIÑOS: ¡Hala, otra mariposa, otra polilla, otra avispa, otro mosquito, otra hoja!

PROFA: OK guys, stop counting bugs and start playing!

NIÑOS: ¡Hala, más mariposas, más polillas, más avispas, más mosquitos, más hojas!

PROFA: ¿Os queréis meter en la (píiiii) piscina de una (píiii) vez?


ANÉCDOTA 2

Otro día, durante el rato de la piscina, vino mi jefa a ver qué tal se me estaban dando los niños. Entre otras cosas porque su hijo está en mi grupo. Es una valiente, yo no me dejaría a mí misma a cargo de mi propio hijo. Estábamos hablando de todo un poco cuando llega una niña con un puño cerrado.

NIÑA: ¡Mira lo que tengo!

PROFA: What do you have?

NIÑA: ¡Un bicho! ¡Mira!

Abre la mano y aparece un bicho negro vivo que inmediatamente salta al suelo. Mi jefa no se corta un pelo y pisotea al bicho, que queda reducido a una mancha oscura en el suelo.

NIÑA: ¿Qué has hecho? ¡Era un bicho de Dios!


Ya, bonita. Cuando duermas con la ventana abierta y te despiertes llena de picaduras de mosquito vas a ir a buscar al tal Dios para que se lleve todos sus bichos.